Poemas del frío,
de Sandra Sánchez, son unas perlas de naturaleza reflexiva, unos versos que recubren,
como nácares brillantes, las impurezas que la vida va imprimiendo en su espíritu inconformista e inquieto.
Su autora, con este nuevo libro, se
muestra madura, profunda, trascendente (Todo
me asombra aquí dentro), capaz de transformar la realidad en un sueño (El devenir de nuestros sueños / que no se
cumplirán jamás) y de virar los sueños en extrañas fantasías o en dolorosas pesadillas:
Hay otoños que no acaban nunca;
sólo queda rendirse a la evidencia
de vivir un noviembre de continuo
… y no me importa
si me encuentro en mis ojos tus ojos encendidos
esperando, cada noche, a que llegue mi sueño
y los apague.
(En “HAY
OTOÑOS QUE NO ACABAN NUNCA”)
Nada en sus composiciones
es lo que parece, todo es un universo nuevo, diferente, interior, un mundo que
nos hace especular, pensar y recapacitar. El primer poema de la obrita, “LOS
POEMAS DEL FRÍO”, es la pureza de la emoción hecha lírica: Vienes […] De la cumbre del silencio, de la falta / de memoria de los
viejos, de una metáfora / escrita a la orilla de los labios de un cuerpo que no
tiene boca. Ella hace posible que una simple lágrima tenga vida, que se ablande el duro corazón de una margarita, que una vulgar lombriz sea recordada o conseguir que muera Dios:
A-DIOS
Y al séptimo día,
desapareció.
En algunos
momentos, su yo poético sufre el desaliento (me di cuenta / de que seguía siendo –un día más– / un pobre náufrago en
tu isla) o presiente la cercanía de la muerte:
ATRONADOR
Inventamos el
ruido
para no
escuchar en el silencio
los pasos
sigilosos de la muerte
…acercándose.
Pero es el amor
filial el que triunfa y muestra el verdadero resplandor de las perlas que
hablábamos al principio:
Al fin,
se creyó la
parca ganadora
y así fue,
técnicamente.
Pero la
muerte, que desconoce todo
de la fuerza
del amor y del cariño,
nunca supo
que, aquí dentro,
vence siempre
la Vida en el Recuerdo.
(En “SIEMPRE
LA VIDA”)
Pequeño gran
libro, geniales textos y excelente poeta. Gracias por tu regalo, Sandra.