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sábado, 21 de julio de 2018

«Poemas del frío», de Sandra Sánchez




Poemas del frío, de Sandra Sánchez, son unas perlas de naturaleza reflexiva, unos versos que recubren, como nácares brillantes, las impurezas que la vida va imprimiendo en su espíritu inconformista e inquieto.  
Su autora, con este nuevo libro, se muestra madura, profunda, trascendente (Todo me asombra aquí dentro), capaz de transformar la realidad en un sueño (El devenir de nuestros sueños / que no se cumplirán jamás) y de virar los sueños en extrañas fantasías o en dolorosas pesadillas:

Hay otoños que no acaban nunca;
sólo queda rendirse a la evidencia
de vivir un noviembre de continuo
… y no me importa
si me encuentro en mis ojos tus ojos encendidos
esperando, cada noche, a que llegue mi sueño
y los apague.
(En “HAY OTOÑOS QUE NO ACABAN NUNCA”)

Nada en sus composiciones es lo que parece, todo es un universo nuevo, diferente, interior, un mundo que nos hace especular, pensar y recapacitar. El primer poema de la obrita, “LOS POEMAS DEL FRÍO”, es la pureza de la emoción hecha lírica: Vienes […] De la cumbre del silencio, de la falta / de memoria de los viejos, de una metáfora / escrita a la orilla de los labios de un cuerpo que no tiene bocaElla hace posible que una simple lágrima tenga vida, que se ablande el duro corazón de una margarita, que una vulgar lombriz sea recordada o conseguir que muera Dios:

A-DIOS  

Y al séptimo día,
        desapareció.

En algunos momentos, su yo poético sufre el desaliento (me di cuenta / de que seguía siendo –un día más– / un pobre náufrago en tu isla) o presiente la cercanía de la muerte:

ATRONADOR

Inventamos el ruido
para no escuchar en el silencio
los pasos sigilosos de la muerte
…acercándose.

Pero es el amor filial el que triunfa y muestra el verdadero resplandor de las perlas que hablábamos al principio:

Al fin,
se creyó la parca ganadora
y así fue, técnicamente.
Pero la muerte, que desconoce todo
de la fuerza del amor y del cariño,
nunca supo que, aquí dentro,
vence siempre la Vida en el Recuerdo.
(En “SIEMPRE LA VIDA”)

Pequeño gran libro, geniales textos y excelente poeta. Gracias por tu regalo, Sandra.