Ha publicado Isabel
Alamar este poema en su escaparate lírico de Google+:
SHOPPING PARA EL OLVIDO
Un corazón de esponja,
Una piel de bayeta,
Y una sangre que ya es lejía...
O amoníaco, según se mire.
¡Pobre mujer doméstica!
¡Mujer anónima!, ¡Mujer cero!,
¡Mujer nada...!
O amoníaco, según se mire.
¡Pobre mujer doméstica!
¡Mujer anónima!, ¡Mujer cero!,
¡Mujer nada...!
Y su alma poco a poco se pierde
Y como en una balada se va a hacer
Shopping. ¡Shopping... para el olvido!,
¡Lá, lá, lá... Shopping para el olvido!
Shopping. ¡Shopping... para el olvido!,
¡Lá, lá, lá... Shopping para el olvido!
(Isabel Alamar)
Inmediatamente, mi maquinaria poética ha
comenzado a funcionar. Sospecho la transfiguración metafórica de una mujer, que
podría ser cualquier mujer que quiere ser más que una simple "mujer",
pidiendo ser reivindicada, reinventada, denunciando su vacío... cantando su dolor.
Como me suele ocurrir con la buena
poesía, el recuerdo de otros poemas similares viene a mí y me pongo a buscar en
el baúl antológico de Los mejores poemas
de mis poetas favoritos.
El primer texto que he encontrado es de Fermín Herrero. Aunque de temática
similar, tiene un trasfondo pesimista muy evidente y me hace pensar si ¡Shopping... para el olvido!, de Isabel no será también una insinuación de pesimismo... ¿de locura?
Este es el
poema de Fermín Herrero:
Su flor de ensueño y
tiza en un tambor
de detergente. Con el
agua al cuello ajusta precio
en el mercado para
llegar a fin de mes porque
el sueldo se va en
hipotecas. Haciendo cuentas
no merece la pena tener
-hasta que la muerte
nos separe- otro niño
en lugar de un chucho porque
todos los hombres son
basura, los hombres
que madrugan, los que
trasnochan. No dice más
aunque le sobran las
razones, los piropos de vivienda
social en las pupilas
húmedas que le mandan camino
de la compra los
albañiles. su venganza. Se le cae
la casa encima, manga
por hombro, cuando de tripas corazón
le entristecen las
tardes cocinando, las vecinas del barrio
dormitorio recién casadas. No obstante tan sólo las saluda
y al momento, sin nada que contar, se ensimisma
como se sumen los perfumes, mirándose
sin ganas en el espejo de los ascensores.
dormitorio recién casadas. No obstante tan sólo las saluda
y al momento, sin nada que contar, se ensimisma
como se sumen los perfumes, mirándose
sin ganas en el espejo de los ascensores.
Fermín Herrero: "BAJO EL MISMO PATRÓN". En «Cambio
de siglo. Antología de la poesía española 1990-2007». AA.VV. Ed. Hiperión.
Madrid. 2007. Pag. 223.
Para remediar todo este entuerto
femenino, nada más que acudir a Tina
Suárez. Su poesía radical, distinta, provocativa, tierna y sorprendente
puede ser un colofón interminable para salvar a las mujeres de Isabel Alamar y de
Fermín Herrero:
una
mujer anda suelta
se
echa a la calle
y
derriba la noche
bebe
el alquitrán a lengüetazos
indómitos
de fiera desamada
zamarrea
el asfalto
despedaza
enamorados
frecuenta
tentaciones
depreda
voluntades
animal
rabiando en pos de la ternura
una
mujer muerde las carnes
por
instinto de amor
Tina Suárez: de "Ecce femina". En «Una mujer anda suelta».
Isabel Alamar: poeta y
mujer poeta.
Fermín Herrero: poeta
de la mujer.
Tina Suárez: poeta
hecha mujer.
Tres poemas tremendos y tremendamente buenos! Cuándo la mujer dejará de dar tan jugo y tanto juego para la temática de la injusticia social...
ResponderEliminarMe ha gustado cómo has elegido las conexiones José Luis.
Saludos!
Sandra.
Gracias, Sandra. De acuerdo contigo totalmente.
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